8 de noviembre de 2014

Ayer lloré. Ayer.

Despierta señorita.
Abre los ojos y ve.
Ábrete el pecho y deja salir la sangre caliente. 
Camina descalza por las rocas, siente las raíces penetrar en la fuente.
Fragméntate y deja que cada ser tome una pieza.
Permíteles mascar tu carne, beber tu humedad salinizada. Tu virtud.
Déjales cargar tu pecado. Déjalos sentirse saciados.
Entonces señorita.
Cierra los ojos y vuela.

Cocoyoc, me persigue la nostalgia de tu misterio

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